Experiencias de los autores en India

A través de una serie de testimonios de diferentes viajeros, en esta sección usted podrá informarse sobre situaciones específicas que experimentamos durante nuestro viaje a India el año 2009. Esperamos que esta sección le permita conocer las diferentes emociones y aventuras que rodean a un viajero en su recorrido por el país de Oriente.

Consejos generales para un viajero en India

Todos los templos, mezquitas, museos, parques y en general todo tipo de atracciones en India son mágicos, te cautiva el ambiente, los aromas, colores y sonidos; todo lo que sin duda le llenarán de emoción sus sentidos.
La cámara siempre lista es indispensable, abundan las imágenes impactantes en cada lugar, tanto por la arquitectura de los edificios, como por los rostros de la gente.

Recomendamos que siempre converse con los ciudadanos, haga muchas preguntas, y se muestre interesado por el lugar que está visitando, esto siempre se traducirá en un enriquecimiento de la experiencia. Intente aprender algunas palabras en Hindi u otro dialecto oficial, esto llamará la atención de los Indios demostrando interés por su cultura, lo que siempre será bien recibido.
Trate de buscar información respecto a los lugares que visitará antes de ir. Aprender sobre la historia de un monumento le permitirá sacar mayor provecho a su visita, aún cuando es muy probable que si se encuentra frente a una atracción turística, abundarán los guías (tanto oficiales, como no oficiales).

El desafío de los lugares sagrados.



Durante su estadía en India debe tener cuidado en identificar los lugares que son sagrados para los ciudadanos y que requieren de ciertos comportamientos especiales para ingresar en ellos (por ejemplo retirarse el calzado).

Cuando fuimos a Old Delhi (la parte más antigua de la ciudad) uno de mis compañeros se subió a un peldaño para tomar una mejor foto de la ciudad. Pero sin anticipo alguno, un caballero con barba lo golpeó en la parte posterior de la cabeza, mientras intentaba explicarle algo con alta efervescencia. Nosotros no teníamos ninguna pista de lo que sucedía, sin embargo, unos segundos después, el mismo hombre se quitó el calzado y subió las escaleras en las cuales había estado mi compañero. Fue ahí cuando nos dimos cuenta que habíamos ofendido su religión.

Confirmamos nuestra teoría cuando una señora se acercó a aquel lugar y besó el mismo monumento, seguida de acceder a éste descalza. Luego de apreciar esto, y para evitar mayores problemas, nos fuimos rápidamente del lugar con una sensación de desconcierto pero también de precaución para los próximos días.



Estación de ferrocarriles.

Muchas cosas me sorprendieron en India, pero uno de los acontecimientos más memorables ocurrió en la estación de ferrocarriles, lugar predilecto si usted desea encontrarse con lo que algunos llaman la verdadera India. Le garantizo que desde su llegada a la estación, esta será una experiencia fácilmente desconcertante, caracterizado por un calor agobiante, multitudes de personas, insectos en todos lados, olores no muy agradables y gente pidiéndole dinero de manera constante, todo esto reunido en un largo pero muy angosto espacio.

Recuerdo que al llegar a la estación lo primero que pude ver fue una gran masa de gente dirigiéndose a todas partes. Era sorprendente la cantidad de personas que había en cada andén, abundando las filas de mujeres con sus niños durmiendo o descansando en el suelo. Sin embargo, es importante destacar que estas condiciones se experimentan sólo en la espera del arribo del tren, ya que si usted tuvo la astucia de comprar un pasaje en una clase alta, una vez a bordo el aire acondicionado y la belleza del paisaje le harán incluso dudar que sólo minutos atrás estuvo inmerso en aquel curioso escenario

Debo señalar que uno de los acontecimientos más extraños que me ocurrió durante mi viaje por India fue precisamente a bordo de un tren, en un viaje que teóricamente debía durar 5 horas. Mi grupo de viaje estaba durmiendo, cuando en un momento desperté y noté que el tren se encontraba detenido. Escuchaba a la gente, entre turistas y residentes, que en el pasillo hablaban, pero la situación era tan confusa que aunque intenté no pude descifrar bien lo que hablaban. Aproximadamente una hora más tarde logré averiguar que el vagón anterior al nuestro había sufrido un pequeño incendio (lo que explicaba el ligero pero constante olor a humo). Cabe señalar que el tren estuvo poco más de dos horas detenido, lo que puede asustar a cualquier turista que se encuentra considerablemente lejos de casa, inmerso en una cultura diferente a la nuestra y en condiciones adversas. Sin embargo, luego del reparo mecánico pertinente, mi grupo de viaje y yo conseguimos llegar a destino, sólo que con cuatro horas de retraso.

La curiosidad India: característica un tanto indiscreta.

En India todo puede ser sorprendente, desde su primer día de arribo, hasta las últimas horas en el aeropuerto.

Uno de los capítulos más memorables ocurrió en las playas de Goa. Luego de estar un tiempo en el mar disfrutando al máximo del paisaje, decidimos volver a la arena para descansar un poco. Luego de sentarnos, notamos que poco a poco comenzamos a ser rodeados por variadas personas que se acercaban a nosotros y nos miraba intensamente. Todo esto, para que minutos más tarde nos encontrásemos rodeados de Indios, los cuales con una sonrisa en la cara, hacían extensas filas para fotografiarnos.
Su curiosidad no es disimulada y tomaban cientos de fotografías hasta que, lo que creemos eran policías vestidos de civiles, llegaron al lugar y comenzaron a regañarlos de manera intensa, arrojándole sus cámaras al suelo, por lo que no costó para que las personas salieran corriendo del lugar, probablemente por miedo a ser arrestados.

No nos tomó demasiado tiempo para darnos cuenta que un extranjero genera una alta atracción y curiosidad al Indio, probablemente por nuestras diferencias étnicas y físicas. Por esto, durante su viaje no debería ser indicio de alarma que un gran número de personas le miren indiscretamente o le tomen fotografías mientras usted camina por la calle.

Mi primer contacto con India.

Un amigo indio me contaba que los contrastes en India se rozan de tal manera que es muy común ver barrios de clase media-alta colindando con barrios muy pobres. Este era el caso de su barrio, su calle parecía un puente mágico que conectaba dos mundos, donde en un extremo se encontraba un barrio tranquilo de clase media, de casas bonitas, poca gente en las calles, limpieza y silencio; mientras que en el otro extremo, se encontraba esa India narrada por el Discovery Channel, con mucha gente por doquier disputando espacio en las calles con sus autos, acompañada de un comercio intenso y uno que otro animal transitando por las calles.

Como en muchos otros países, hay mendigos en las calles. Debo señalar que antes de salir de Chile, mis amigos de India me había recomendando aconsejado que desde mí llegada a India nunca diera dinero a los “beggars” o mendigos, porque éstos se podían poner tajantes e incluso violentos. Sin duda llegué a India con la mentalidad de hacer lo que me habían recomendado, pero la verdad es que duele ignorar la pobreza del país, pero como turistas al parecer es la opción más recomendable.



La gente de pueblo.

Se puede decir que India es un país caluroso y con mucha densidad de población, esto sin duda puede resultar intimidante para el visitante; pero el cómo usted se enfrenta a estas características, y observar de qué manera los ciudadanos de India lidian con esta realidad, día tras día, otorga un absoluto nuevo sentido al viaje.

Para que tenga una idea, la población total de India es más que la población combinada de Norte-América (EEUU, Canadá y México) y Latinoamérica, incluyendo el Caribe. De hecho, algunas ciudades como Mumbai y la región capital de Delhi tienen una población mayor a toda la población de Chile. Ligado a lo anterior, curiosamente y a pesar de esta gran cantidad de personas, el sistema democrático de India es muy fuerte y un buen ejemplo del concepto “unidad en la diversidad” que puede ser vista en India.

En su visita a India intente acercarse a la gente que reside allá. Esto es aún más rescatable en los pueblos pequeños, donde este tipo de interacciones de seguro le añadirán más profundidad a su viaje. Es cierto que la visita a monumentos y paisajes clásicos de India resulta muy atractivo, pero fueron aquellas interacciones mencionadas previamente, las que realmente me cautivaron. Cuando preguntan qué cosas destaco del viaje, sin lugar a dudas me quedo con esas pequeñas cosas cotidianas que te hacen sentir que estás en otro lugar, pues es en esos detalles donde radica la diferencia cultural, desde una mirada más humana, más cercana y de la cual uno también forma parte al estar ahí.

De hecho los lugares que más me cautivaron de todo el viaje fueron los pequeños pueblos y no las ciudades más importantes y que acostumbran a ser señalados como referentes turísticos del país. Fue en esas pequeñas localidades donde pude encontrar la India que yo quería ver, los niños jugando en las calles, las vacas caminando y descansando entre la multitud, el sol que le da un colorido distinto al ambiente y a las pequeñas casas. Fue en esos momentos en que realmente me sentí en India.

¿Porqué destaco tanto a las personas de India?, porque son ellos, las personas que viven en esos pequeños pueblos de difícil acceso, como Khajuraho u Orccha, quienes representan la cultura en carne y hueso. Las personas son mucho más amigables, hospitalarias y no titubean a la hora de enseñarte su cultura, es más, aprendí más hablando con ellos que leyendo información turística o viendo algún documental en televisión.


Delhi: la gran capital

Uno de los lugares más emblemáticos de India es su capital Delhi. Esta es una ciudad densamente poblada con aproximadamente 13.5 millones habitantes. Su clima resulta muy caluroso para el visitante, especialmente si usted está acostumbrado a climas como los del sur de Chile. Me imagino que para la mayoría, los atributos que más llaman la atención de esta gigante urbe son las explícitas diferencias sociales y pobreza que abundan en los variados rincones de la esta ciudad. Sin embargo, Delhi también cuenta con un sector muy desarrollado, que contrasta con la gente que vive en las calles.

Si en su visita a India usted tiene interés por conocer la “real India”, aquella con un tráfico caótico, mucha gente y la presencia de variados colores adornando el paisaje (debido a la tradicional vestimenta y diferencias entre sus habitantes) sin duda Delhi es un lugar adecuado.

Entre los lugares que recomiendo visitar en la ciudad se encuentran el “Red Fort” o “Fuerte Rojo” construido bajo el gobierno de Shah Jahan; la mezquita de “Jama Masjid”, principal centro de culto para los musulmanes de Delhi con una capacidad para 25.000 personas; “la Puerta de la India”, o India Gate, en memoria de los caídos de la Primera Guerra Mundial; y el minarete de “Qutub” o “Qutab Minar”, monumento islámico más antiguo de Delhi y patrimonio de la humanidad. Otros lugares dignos de ser visitados en Delhi son “La tumba Humayun”, “Templo del Loto”, “Purana Quila”, “Cannaught Place”, “Chandi chowk” (preferentemente por metro), “IIT – Delhi”, “Universidad Jawahar Lal” y la “Universidad de Delhi”.

Dicho esto, como puede observar Delhi se caracteriza por su variedad de realidades, reunidas todas en un mismo lugar, por lo que si es esto lo que usted busca, esta ciudad no puede faltar en su itinerario.

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